Hoy, 17 de agosto, conmemoramos la muerte del Libertador Argentino General Don José de San Martín. Se me ocurrió que ya que lo recordamos tanto, hagamos una oración por su alma, que es una de las primeras obras de misericordia que podemos hacer los cristianos por el alma de un fiel difunto. Busqué y busqué en internet y no pude encontrar una específica a su memoria. Hay cientos de miles de actos, escritos, novelas, verdades, mentiras, inventos, mitos, relatos, películas poesías e himnos. pero no pude encontrar una oración por el. Por eso me permito reformar una ya escrita por alguien adecuada a Don José:
Señor, te encomendamos el alma de tu siervo José de San Martín y te suplicamos, Cristo Jesús, Salvador del mundo, que no le niegues la entrada en el regazo de tus patriarcas, ya que por ella bajaste misericordiosamente del cielo a la tierra.
Reconócela, Señor, como criatura tuya; no creada por dioses extraños, sino por ti, único Dios vivo y verdadero, porque no hay otro Dios fuera de Ti ni nadie que produzca tus obras.
Llena, Señor, de alegría su alma en tu presencia y no te acuerdes de sus pecados pasados ni de los excesos a que la llevó el ímpetu o ardor de la concupiscencia. Recuerda Señor sí, el empeño y amor con que defendió la libertad de tus hijos. Y sobre todo el amor con que acudió a tu Madre Santísima nombrándola generala de su Ejercito Libertador y poniendo en sus manos su propio Bastón de Mando.
Porque, aunque haya pecado, jamás negó al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu Santo, ni a la Virgen María ni a la Iglesia; antes bien, creyó, fue celoso de la honra de Dios y adoró fielmente al Dios que lo hizo todo.
Señor, que Don José esté entre tus Bienaventurados y todos podamos unirnos a las almas de los justos en eterna adoración y gloria a ti cuando Tú nos llames. Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, ruega por su alma.
Amén.