"Yo me confieso sólo con Dios"


Muchos de los que aplauden la "revolución" del Papa Francisco guardan un "respetuoso" silencio ante sus evidentes ejemplos y claras palabras. Es que es más fácil aplaudir que actuar, que seguir el ejemplo... He aquí una pequeña muestra de su revolución:
"Uno puede decir: ‘Yo solo me confieso con Dios’. Bueno tú puedes decirlo, puedes decirle tus pecados, pero tus pecados son también contra los hermanos, contra la Iglesia. Por eso es necesario pedir perdón a los demás y a la Iglesia en la persona del sacerdote. ‘Pero Padre me da vergüenza!’ Pues la vergüenza es buena, es saludable tener un poco de vergüenza. Avergonzarse es saludable. " (Audiencia general 19/2/14)

"Antes que nada debemos recordar que el protagonista del perdón de los pecados es el Espíritu Santo. ¡Él es el protagonista! En su primera aparición a los Apóstoles, en el Cenáculo, Jesús resucitado hizo el gesto de soplar sobre ellos diciendo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”... "Jesús da a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados ¿Cómo es esto? Es un poco difícil de entender que un hombre pueda perdonar los pecados. Jesús da el poder. La Iglesia es depositaria del poder de las llaves. De abrir o cerrar, de perdonar. Dios perdona a todos los hombres en su soberana misericordia, pero Él mismo ha querido que todos los que pertenezcan a Cristo y a su Iglesia, reciban el perdón mediante los ministros de la comunidad. A través del ministerio apostólico, la misericordia de Dios me alcanza, mis culpas son perdonadas y se me da la alegría." ... "Finalmente, un último punto: el sacerdote, instrumento para el perdón de los pecados. El perdón de Dios que se nos da en la Iglesia nos es transmitido por medio del ministerio de un hermano nuestro, el sacerdote; un hombre, que como nosotros necesita misericordia, se convierte verdaderamente en instrumento de misericordia, dándonos el amor sin límites de Dios Padre. También los sacerdotes deben confesarse, también los obispos, todos somos pecadores. También el Papa se confiesa cada quince días, porque el Papa también es un pecador. El confesor escucha lo que le digo, me aconseja y me perdona. Todos necesitamos este perdón. A veces escuchamos a quien dice que se confiesa directamente con Dios. Sí, como decía antes, Dios nos escucha siempre, pero en el Sacramento de la Reconciliación te manda a un hermano. A veces encuentras a alguno que prefiere confesarse directamente con Dios…. Sí, como decía antes: Dios te escucha siempre, pero en el sacramento de la Reconciliación manda un hermano a traerte el perdón, la seguridad del perdón en nombre de la Iglesia."(Audiencia general del 10/11/13)