Una barbie para el cielo


Esta mañana en el auto. Un pequeño avión sobrevuela la ciudad con alto parlantes difundiendo la publicidad de un circo. Mi pequeña hija me pregunta:

- Papá... Si ese avión se cae ¿es grande o chiquito?

- Pues... es mas grande que un auto, pero no demasiado. De todos modos si cae, puede hacer un desastre y morir los que van dentro...

- ¿Pero algunos pueden no morir?

- Y, si Dios quiere...

- ¿Y porque Dios quiere que otros mueran?

- ... (pequeño silencio) ... No es que Dios quiera que mueran, sino que ocurre un accidente y mueren. Dios quería quizá que vivieran mas años pero algo ocurrió que hizo que eso no pasara... Quizá Dios había planeado que esa persona llegara a viejito pero las cosas que hizo cortaron ese plan...

- ¿Y yo voy a estar los años que Dios quiera hasta ser viejita?

- ¡Sì! ¡Por supuesto! .... (Y pienso: "Señor, no me hagas quedar como mentiroso por favor...")

- ¿Y en el cielo tendremos hambre?

- Ni hambre, ni sed, ni enfermedad, ni tristeza... Sólo alegría siempre, siempre, siempre...

- ¿Y ropa?

- ... (otro silencio)... No se... creo que una túnica o algo así...

- ¿Y quien nos la dará?

- Dios se encarga de eso.

- Ah ... (pausa...) ¿Y no puedes llevarte nada al cielo?

- No. ¿Para que querrías llevarte algo? ... ¿Que te llevarías?

- Una barbie.

Que bueno es Dios. Hasta un avión comercial puede ser motivo para que hablemos del cielo con nuestros hijos. Porque si nos pasáramos la vida hablando sólo de la tierra y escondiendo a los pequeños las realidades futuras, sería como pasar la vida perdiendo el tiempo. Estas conversaciones son lo único que yo quiero llevarme.

Nuestra Señora de Los Andes


Providencialmente hemos pasado unos días en familia en Las Carditas, Potrerillos. Y sin buscarlo, hemos constatado cuanta presencia de la Virgen María hay en aquel lugar de la Pre Cordillera Andina de Mendoza. 

El primer día, descubrimos la Capilla dedicada a Nuestra Señora de la Merced, donde asistimos a Misa. Una hermosa imagen de esta advocación junto a una imagen de Jesús, presiden este Templo. 

Al día siguiente, salimos a rezar el Rosario con mi esposa por las calles del pequeño poblado y en una esquina, descubrimos una imagen hecha en relieve, de nuestra Señora de Schoenstatt. Los dueños de la casa sobre la que está enclavada haciendo esquina, se acercaron para entregarnos folletería sobre la obra del P. Kentenich. 

Al tercer conocimos a Mario y su esposa, que hace diez años vinieron a vivir al lugar. Ellos nos indicaron lo que sería la tercera sorpresa mariana del lugar. Una bella pintura de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en un lugar accesible pero fuera de visión y sin ninguna indicación para encontrarlo. Gracias a ellos fuimos a conocerla pues el día anterior habíamos estado en ese mismo lugar sin haber advertido tan hermosa gruta, ya que está a detrás de la construcción de una futura Capilla que ya está presidida por una imagen de Cristo Redentor del Mundo donada hace unos años por una Parroquia Italiana. La pintura de la Virgen está al pié de una gran piedra negra (que parece un meteorito, como dice Mario) y justo delante de otra mas antigua de la misma advocación que puede verse por detrás de la nueva, a unos diez centímetros y que fue una mayólica que se ha ido deteriorando con el tiempo, razón por la cual ha de haberse realizado la nueva.

Es bonito ver que la Virgen Santísima te acompaña a todos lados con su presencia silenciosa y maternal. Y muy bonito encontrar cuanta presencia mariana hay en ese bello paraje montañés. No me sorprendería que un día la Theotokos decidiera aparecerse allí. Será bienvenida por todos sus hijos.