Una barbie para el cielo


Esta mañana en el auto. Un pequeño avión sobrevuela la ciudad con alto parlantes difundiendo la publicidad de un circo. Mi pequeña hija me pregunta:

- Papá... Si ese avión se cae ¿es grande o chiquito?

- Pues... es mas grande que un auto, pero no demasiado. De todos modos si cae, puede hacer un desastre y morir los que van dentro...

- ¿Pero algunos pueden no morir?

- Y, si Dios quiere...

- ¿Y porque Dios quiere que otros mueran?

- ... (pequeño silencio) ... No es que Dios quiera que mueran, sino que ocurre un accidente y mueren. Dios quería quizá que vivieran mas años pero algo ocurrió que hizo que eso no pasara... Quizá Dios había planeado que esa persona llegara a viejito pero las cosas que hizo cortaron ese plan...

- ¿Y yo voy a estar los años que Dios quiera hasta ser viejita?

- ¡Sì! ¡Por supuesto! .... (Y pienso: "Señor, no me hagas quedar como mentiroso por favor...")

- ¿Y en el cielo tendremos hambre?

- Ni hambre, ni sed, ni enfermedad, ni tristeza... Sólo alegría siempre, siempre, siempre...

- ¿Y ropa?

- ... (otro silencio)... No se... creo que una túnica o algo así...

- ¿Y quien nos la dará?

- Dios se encarga de eso.

- Ah ... (pausa...) ¿Y no puedes llevarte nada al cielo?

- No. ¿Para que querrías llevarte algo? ... ¿Que te llevarías?

- Una barbie.

Que bueno es Dios. Hasta un avión comercial puede ser motivo para que hablemos del cielo con nuestros hijos. Porque si nos pasáramos la vida hablando sólo de la tierra y escondiendo a los pequeños las realidades futuras, sería como pasar la vida perdiendo el tiempo. Estas conversaciones son lo único que yo quiero llevarme.