Cuando la aguja se detenga lentamente,cuando el camino llegue al borde de la vida,cuando los pájaros no borden mas mañanas,cuando las hojas de los días se hayan ido.Habré colmado las reservas de memoriacon alegrías y con voces compartidas.Habré forzado el corazón con los amoresque en esta vida he cosechado sin medida.Y el ritmo dejará de ser una constantepara ceder su pulso a lo evidente:No queda tiempo pues este ya no existe.Solo existe eternidad y en abundancia.Cuando un ángel venga a recogerme,cuando la fe entregue posta a la esperanza,la caridad juntará en grandes canastasel fruto que sembré y cuidó la Gracia.En la balanza donde pesen mi pasadola aguja de la Cruz verá el futuro,donde mi vida brillará con Luz prestadaen el cielo del Hogar predestinado.Y el pulso dejará de marcar horaspara ceder lugar a lo evidente:No tengo tiempo, pero ya no importa.Me sobra eternidad y es lo importante.
Claudio Durán
03/08/2020