Gracias


Gracias Santo Padre Benedicto XVI. Se lo quiero decir ahora, que ambos vivimos. Pues si yo me voy primero se lo diré cuando usted llegue al Cielo, pero ya no es lo mismo. Las gracias hay que darlas en vida, aquí en la tierra, donde el eco de eternidad tiene mérito. Y si usted se va primero, y yo no le hubiera dado las gracias hasta ese momento, pues seremos tantos millones los que se lo diremos que tampoco sería lo mismo. Además, usted lo sabe, en este mundo la mayoría de los muertos son buenas personas para los vivos, hasta los que han sido evidentemente malos, aún esos dan pena cuando se mueren.


Por eso ahora quiero darle gracias. En uso de mis facultades y usted de las suyas. Gracias porque da ejemplo cotidiano de caridad y firmeza. Porque cuando lo escucho o lo leo, porque debo decirle que el alemán no lo entiendo y su italiano también me cuesta, me hace acordar a Dios Padre: Bondadoso y paciente, muy paciente. Porque yo en su lugar, teniendo la tribuna que usted tiene, diría cosas más duras. no tendría paciencia ni bondad con los abortistas ni los corruptos, pero claro, quizá ya estaría muerto y de nada le serviría a la iglesia. Además ¿a cuantos habría convertido? ¿Cuantos me habrían escuchado? En cambio usted con su dulzura de abuelo bueno, lo escuchan ateos, filósofos y gente de todas las religiones. Lo escuchan los que le creen lo que dice y los que piensan que debería desaparecer. 


Lo escuchan y tambien hay muchos que no lo escuchan. Sobretodo no lo escuchan muchos que deberían ser sus hijos. Hay mucho despiste en la Iglesia. Muchos sacerdotes que van por su camino haciendo lo que les da la gana. Muchos religiosos y religiosas que tienen sus propios catecismos. Muchos laicos que solo hablan del Papa cuando sale por primera vez al balcón y luego lo olvidan hasta su muerte o lo recuerdan cuando un medio de comunicación sale a criticarlo. Y también habemos muchos laicos que amamos a la iglesia, no con el ardor que se merece, pero la amamos. Y lo amamos a usted y hasta creo que dariamos la vida por la Iglesia y usted. Digo "creo" porque cuando vemos las noticias de los cristianos de India, Irak o Nigeria se nos arruga el corazón y temblamos de solo pensarlo. Por eso gracias también por salir a dar a la cara y hablar de los cristianos perseguidos, pues los medios del mundo la mayoría de las veces los ignoran a conciencia.


Gracias Santo Padre por mostrarnos la verdadera cara de Cristo. Sin estridencias, sin contrastes, sin ambiguedades. Gracias por defender y mostrar y proponer la Verdad sin concesiones. Gracias por luchar cada día por la unidad de la Iglesia y de los cristianos. Gracias por defender la honra de nuestra Madre la Santísima Virgen María. Gracias por reunir a los hijos de Dios dispersos por el mundo con amor y valentía. Gracias por mostrarnos que en la debilidad está la fuerza y en la lucha diaria la santidad.


Gracias Santo Padre Benedicto XVI por seguir el legado del beato Juan Pablo y no bajarse de la Cruz y de la pesada tarea de guiar la iglesia a pesar de la edad, las enfermedades, las presiones de afuera y de dentro. Gracias por enseñarnos a amar cada día más a Cristo en la Eucaristía. Gracias por enseñarnos a amar y ser fieles a la Iglesia, Esposa de Cristo. Gracias por ser el rostro de Cristo en la tierra. Gracias por ser tambien mi padre y guía en los derroteros de mi vida cristiana. Gracias por su firmeza y valentía en exponer la doctrina. Gracias por todo lo que usted trabaja por extender el Reino de Dios. Gracias por sus oraciones. 


Nos veremos en el Cielo. Rezo por usted. Y por supuesto, gracias a Dios por darnos al Santo Padre benedicto XVI, signo de unidad de su Santa Iglesia Católica y Apostólica.